Cuando llego la crisis, Juan aprovecho las ayudas a la innovación para modernizar su empresa. La automatización del proceso de producción le permitió despedir a 17 de sus 20 empleados.
Pedro, en cambio invirtió en diseño y apostó por fabricar zapatos artesanos de calidad manteniendo los puestos de trabajo a sus 20 empleados.
Después de los cambios, las dos empresas facturan lo mismo y tienen el mismo margen operativo. Pero Juan tiene más beneficios. ¿Porqué?
(en miles de €) | Artesana | Automatizada |
Ingresos | 1000 | 1000 |
materiales | 100 | 100 |
Sueldos netos | 400 | 60 |
Maquinaria | 45 | 250 |
Energía | 50 | 185 |
margen operativo | 405 | 405 |
seguridad social | 140 | 21 |
irpf | 72 | 10,8 |
iva | 144,9 | 83,7 |
Beneficio antes de impuestos | 48,1 | 289,5 |
Impuesto de Sociedades | 14,43 | 86,85 |
Beneficio neto | 33,67 | 202,65 |
Total aporte al estado del bienestar | 371,33 | 202,35 |
% aportación | 37,13% | 20,24% |
Del análisis se desprende que el empresario que ha conservado los puestos de trabajo paga casi el doble de los impuestos que el empresario que ha despedido a casi toda su plantilla.
La política fiscal española penaliza al empresario que contrata trabajadores.
Esta diferencia es debida principalmente a dos partidas: las cargas sociales (seguridad social) y el IVA. (Ya que el coste de las nóminas no repercute en el impuesto sobre el valor añadido).
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