lunes, 27 de julio de 2009

¿QUIEN DEFIENDE A LOS PARADOS?

El principal problema de España son sus más de 4 millones de parados. ¿Estamos tomando acciones para asegurar que este número va a disminuir?

Cuando los fabricantes de coches pidieron al gobierno medidas para aumentar las ventas, el gobierno actuó con bastante celeridad concediendo ayudas directas a la compra de coches.

Para retomar la senda del empleo, el gobierno convocó la mesa del diálogo social: reunió a sindicatos y a empleadores para discutir medidas que ayudaran a combatir el paro. El diálogo social se ha roto, y de momento no se concreta ninguna de esas medidas. Peor aún, de momento se ha suspendido la tímida disminución de las cotizaciones a la Seguridad Social.

De la misma manera que para aumentar las ventas de coches es necesario ayudar a los compradores, para disminuir el número de parados es necesario ayudar a los empleadores. Son imprescindibles las ayudas directas a la contratación, la reducción del coste de los trabajadores para la empresa, el rediseño de los diferentes tipos de contratos de trabajo adaptándolos a los nuevos tiempos, mejorar la formación de los trabajadores, aumentar las ayudas a los emprendedores y pequeños empresarios, etc.

Los sindicatos se oponen a casi todas estas medidas. Ellos defienden la continuidad de un modelo que genera el paro más elevado de Europa. Los sindicatos defienden los derechos de los que todavía tienen trabajo, los derechos adquiridos de los trabajadores, pero no proponen medidas para reducir el paro. Defender los trabajadores es una tarea necesaria y loable, pero no es ético defender los trabajadores a costa de perjudicar a los que no tienen empleo.

El gobierno podría erigirse en defensor de los parados pero parece totalmente supeditado a las exigencias de los sindicatos y en consecuencia no está tomando las medidas que deberían facilitar la creación de empleo. Nos sorprende profundamente que, según se ha publicado en prensa, al Sr. Zapatero no le preocupen las consecuencias electorales de esta situación por cuanto “El 80% de los españoles no quiere el despido libre”. Nos resistimos a creer lo que se ha publicado (no se trata sólo del coste del despido) y, en cualquier caso, nos sentimos profundamente decepcionados por la actitud del Presidente.

Es hora de coger el toro por los cuernos, es hora de ser valientes y, por el bien del Estado, emprender un cambio de modelo que facilite la contratación y consecuentemente disminuya la elevada tasa de paro que se está instalando - ¿indefinidamente? - en este país.

Para promover dicho cambio de modelo, proponemos la creación de una Asociación de Parados, para que tengan voz propia en la mesa del Diálogo Social, junto con sindicatos, empleadores y gobierno.

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